CORRER ENGORDA... Y MUCHO

Sí, sí. Has leído bien. Correr engorda y mucho. Hace unos días vi ese mensaje en la publicidad de una tienda de deportes y me encantó. Cada día son más las personas que deciden engordar gracias al running y dejar de mirar la vida desde el otro lado, desde la barrera donde observan aquellos que dicen «eso no es para mi». Y yo me pregunto: ¿lo has intentado? Si la respuesta es negativa creo que deberías probarlo, salir a las calles y dejarte llevar por el buen rollo que transmitimos todos los que hemos decidido que el running nos engorde de cosas positivas…

Habrá días buenos y malos. Kilómetros mejores y otros eternamente peores. Pero nunca dudes de tus posibilidades. Cuando sales a correr sin ganas: engordas el doble. En ese momento que aumentas el ritmo cuando piensas que no puedes más: engordas el triple. Y cuando piensas que no es tu día y consigues ponerte las mallas, calzarte las zapatillas y trotar, entonces, engordas tanto que no eres capaz de explicar qué está pasando en tu interior. Es en ese momento cuando comprendes que has estado toda la vida preocupada por adelgazar y que ahora lo único que quieres es seguir engordando, con más ganas que nunca. No tengas prisa y disfruta del viaje. Los principios que más cuestan luego son más bonitos de recordar y serán esos momentos los que te hagan más grande en un futuro.

Hay gente que no lo entenderá nunca y otros pensarán que no estás bien de la cabeza. Pero tú no hagas caso y sigue empeñada en aquello que crees. Nadie dijo que fuera fácil ni que saliera bien a la primera pero cuando eres capaz de vencer tus miedos, tus fantasmas y todas aquellas voces que tienes en contra empezarás a engordar como siempre has querido. El running puede traerte muchas cosas buenas si estás dispuesto a sacrificarte, luchar y sudar como nunca. El running es muy agradecido y siempre te devuelve el doble de lo que tú entregas. Está más que comprobado. Es una dieta de futuro, un menú compuesto por platos llenos de vitalidad y muchas calorías, con alimentos que nunca imaginaste y con combinaciones tan locas que reirás al comprobar que lo que creías que estaba prohibido para tu cuerpo ahora es la gasolina que necesitas diariamente. Así es la vida, así es el running. No dejes de sorprenderte.

Con este post sólo quería recordaros, ya que a veces se nos olvida demasiado pronto, que nunca debemos de dejar de luchar por lo que queremos. Aunque pienses que no tienes tiempo, aunque creas que corres lento, aunque tu zancada no sea demasiado estética, aunque creas que esto no es para ti pero lo necesitas, aunque haya pensado en abandonar demasiadas veces. Engordar tus mejores cualidades, engordar la felicidad, el autoestima, tu sonrisa y tu vida social sólo puede ser bueno y positivo. Esas calorías son las que dan sentido a todo, a nuestra vida y a nuestros retos. No olvides seguir esa dieta. Es más te exijo que la sigas. Sólo necesitas un estilismo molón, aderezado con las ganas y la motivación necesaria para comerte el mundo. Y lo mejor de todo es que puedes repetir las veces que quieras. Felices kilómetros.